martes, 26 de junio de 2012

De vuelta a casa cuando el bus te deja a mitad camino...

Caminando en la oscura penumbra de la noche en una ciudad fantasma donde las luces de las viejas farolas parpadean indicando su cercano final, los coches aparcados en las calles simulan gigantescos monstruos adormecidos y las cucarachas y ratas danzan libremente alrededor de mis pies, los cuales están ya muy cansados como para seguir caminando intento buscar la única vía de escape, mas todo es vacío y silencio a mi alrededor...

Sigo caminando a pesar de que mi cuerpo ya no quiera continuar...

No hace frío, tampoco calor y no llego a saber si es porque hace una buena noche o porque ya no soy capaz de sentir tales sensaciones...

De repente veo lo que parece un espejismo, una pequeña luz verdosa a lo lejos acercándose hacia mi.

Movimiento...

Es la única oportunidad que tengo para salir de allí, aferrarme a esa luz. Corro hacia ella haciendo un esfuerzo sobrehumano y olvidando su terrible y siniestro aspecto virulento y en un último intento de salvar lo que queda de mi ser alzo la mano hacia la luz y ésta se para frente a mi...


lunes, 4 de junio de 2012

Ojos negros (Mis sueños)

-¿Qué hacen esas personas?

- No lo se, creo que podrían ser una especie de... ¿Secta?

Un grupo de cinco personas vestidas con túnicas alzaban sus brazos hacia una hoguera mientras entonaban un extraño canto con voces muy graves. Se encontraban en mitad de una pequeña arboleda y a lo lejos se podían ver edificios muy altos y grises.

-Creo que es mejor que nos vayamos de aquí... -Dije susurrando.

Con cuidado y sin hacer ruido nos fuimos alejando entre los arboles hacia la ciudad mientras veíamos muchos más grupos de personas como el anterior.

De repente, un fogonazo de luz me cegó e hizo que perdiera el equilibrio y cayera al suelo, desmayándome...

Después de un rato me desperté desorientada y algo mareada. Abrí con cuidado los ojos a causa de la luz que había. Me encontraba en un autobús. ¿Cómo había llegado hasta allí? Decidí hablar con el conductor, un tipo gordo y maleducado que me dijo que había entrado por mi propio pie y que me había dormido en el asiento como hacen los ancianos. También me dijo que el bus se dirigía al centro de la ciudad así que me dí la vuelta para sentarme pero un fuerte dolor de cabeza me hizo parar. Me apoyé en la barandilla y vi mi reflejo en el cristal. Tenía mejor aspecto del que pensaba. De hecho, mi aspecto era perfecto. Pero mis ojos...

En ese momento una sobra cruzó mis ojos, como un gas negro que se extiende y, por unos segundos, los cubrió dejándolos completamente negros. Luego, se desvaneció como si nada. Entonces empecé a sentirme mucho mejor, con más energías, como si pudiera hacer cualquier cosa...

Y no perdía nada por probar...

``La mujer del fondo, que me de cinco euros...´´ pensé.

Y la mujer se levantó, me los dio y se bajo del bus tranquilamente.

``Que el señor de mi lado se diga en voz alta que le gustan las tartas´´ Y así lo hizo...


Me sorprendí y me reí por dentro. Me reí al darme cuenta de que tenía poder para hacer lo que quisiera, sin preocuparme del porqué. Y eso me gustó... Me sentí tan poderosa, el mundo estaba ahora a mis pies...

Volví a mi asiento sin dejar que se notara mi euforia y en la siguiente parada subió una señora rechoncha y bajita que se sentó a mi lado y comenzó a llorar en silencio.

-¿Está bien? - Ella me miró como con desprecio, pero luego...

-Mi marido... Mi marido ha muerto... No sé que hacer sin él, era todo lo que tenía, todo lo que quería... -Sollozos, lágrimas...- Yo no fui la mejor esposa pero nos queríamos como nadie y ahora no tengo nada... Nada...


Al contemplar a aquella mujer llorando frente a mí y contándome sus sentimientos no sentí cosas como pena o tristeza. Tan solo pude pensar en que aquella mujer era ahora un ser inferior a mí, vulnerable y débil, pidiéndome una ayuda que en realidad no esperaba conseguir. Ahora yo podía hacer lo que me diera la gana con ella, cualquier cosa...

-¿Es usted creyente?

-No... Nunca lo he sido, no creo en nada...

-Venga, abráceme... Abráceme y llore... Se sentirá mejor... - Y le dediqué mi mejor sonrisa abriéndole los brazos.

Ella me abrazó y lloro mucho. Se notaba que eso le hacía sentir mínimamente mejor. Yo sonreía en mi interior, sonreía con prepotencia mientras deseaba que el alma de esa mujer fuera mía, deseaba devorarla...

Y así, la mujer dejó de llorar y su mirada quedo vacía como la nada. Yo solté el abrazo.

-Disculpe señora, esta es mi parada...




miércoles, 2 de mayo de 2012

A los que me seguis

Hola, se que hace mucho que no escribo y algunos ya me habéis dejado comentarios preguntándome porqué y que cuando seguiré etc. No lo he dejado, es solo que tengo un problema y no me resulta fácil inspirarme últimamente. Siento mucho si tardo en escribir pero prometo que volveré a hacerlo, no voy a dejar el blog, ni tampoco la historia que empecé, pero por el momento no puedo continuarla. Siento mucho las molestias. Aun así , quiero daros las gracias por seguirme y por vuestros comentarios que me animan siempre ^^ Prometo que volveré a escribir ^^ no os preocupéis.
Saludos a todos

Natasha Welimbergh

viernes, 9 de marzo de 2012

Hazme caso, vive el momento. (Rallada de la 1:37 de la madrugada XD)

Pobre niña asustada... Atormentada por recuerdos borrosos que nunca se aclararán por más que lo intentes. ¿No consigues recordarlo verdad? Tu último día a su lado está medio borrado por tu propia mente. ¿Recuerdas si te besó? ¿Recuerdas si te dijo un ``te quiero´´? No, ¿Verdad? No puedes acordarte... De hecho, la misma imagen de su rostro está difusa dentro de ti... Si no fuera por las fotografías; esos papeles guardados en cajas de zapatos junto con todos sus regalos que nunca más verán la luz del sol...

Aún así lo intentas, inocente de ti, sin llegar a entender porque hoy sigues pensando en él. Dime, pálida niña, si recuerdas sus caricias o sus últimas palabras hacia ti, dime si recuerdas lo que te dijo aquella vez después de hacer el amor a las 12:25 de la mañana. No puedes... Lo sé...

Y cada día que pasa irás olvidando más y más cosas. ¿Y sabes por qué? Yo te lo diré. Todo fue por tu culpa, nunca le dijiste lo que de verdad pensabas, nunca le abrazaste bajo la lluvia de febrero, nunca fuiste tu misma ante él por miedo a estar sola... Y ahora es eso lo que pesa sobre tu alma y tu mente se esfuerza por hacer que olvides, como si fuera el mejor escudo contra el dolor del mundo.

¿Y que será de su vida? Te preguntas. También quisieras volver a verle, muchas noches aparece en tus sueños, pero nada más... Jamás tendrás el valor suficiente...

Pero te diré algo...

Te irá mucho mejor así... Por triste que te parezca ahora, llegará el día en que tu mente y tu vida hayan cambiado tanto que no serás capaz de recordar ni su nombre...



martes, 6 de marzo de 2012

Y sin embargo llueve... (De hace años)

Hoy, buscando unas cosas en mis cajones he encontrado un papel (el de la foto de abajo) que escribí hace años en uno de esos días depresivos que todos hemos tenido alguna vez XD Me alegro de no pensar así ahora mismo =^-^= :


`` Y sin embargo llueve...

Todo cae de nuevo sobre mí como gotas de agua convertidas en granizo, pequeñas pero punzantes. Martillean mi cabeza día a día en un intento de no dejarme salir con vida de esta locura. Mis pensamientos ya no saben qué dirección tomar o qué camino elegir, pues están tan perdidos como yo en este mundo de sombras y luces.

Tengo frío y estoy más perdida que nunca. No tengo abrigo, pues está tan roto y gastado que ya no quedan ni los botones. No tengo hogar, pues me echaron de él y ahora no encajo en ningún sitio. En ninguna parte puedo ser yo misma por completo.

Tan solo un refugio: mi cuaderno, mis pluma y mi propia mente, a donde nadie puede, ni debe llegar jamás.

Todo empieza siempre bajo un intenso sol que no cesa, que intenta dar calor a mi fría y helada piel, que intenta convertir en humano a un ser pétreo como yo...

Por eso, en mi cielo no verás una sola nube. Y sin embargo llueve...´´


martes, 21 de febrero de 2012

Cinco gotas.

- ¿No tenemos otra opción?
- No, esta es la única manera.
- Vale...
La nieve caía de nuevo ocultando la sangre derramada con su manto blanco y puro. Diecisiete rosas rojas para su funeral se marchitaban poco a poco sin remedio junto a un cadáver sin nombre.
El silencio era su única arma y el tiempo corría en su contra.
...Una gota...
Entraron en la vieja casa cual sombra al ponerse el sol. Nadie en la primera sala.
...Dos gotas...
Nadie en los pasillos. El vino seco derramado por el suelo y la comida estropeada no eran buena señal.
...Tres...
Un fuerte olor a podrido llenaba la última habitación. La puerta estaba cerrada. Se miraron el uno al otro.
...Cuatro...
Una luz cegadora les hizo retroceder. Apretaron los ojos con fuerza pues tanta claridad escocía y quemaba sus pupilas.
...Cinco...
- ¡Despierta!



lunes, 20 de febrero de 2012

Mitades ( 10/02/2012 )

Danza en la noche, horrenda criatura,
llena con tus lágrimas mis más profundos deseos.
Aborréceme si puedes por cada vez que te toco.
Suplica por tu libertad en mi oído,
devórate a ti misma en un patético intento de saciar tu hambre.
Muere lentamente ante mis ojos,
hazme feliz con tu sufrimiento,
dame placer en tu agonía...
Muéstrame tus más primitivas debilidades
y dibuja con tu sangre tu propio final.

Poema sin título (Por: Ivan Dathanyell)

Y ante mi se alzó la bestia

compuesta tan solo de oxido y brutalidad

sus demoníacos engranajes me acosaban

y un grito agudo salía junto a humo blanco como la muerte.

Tragué saliva y me vi muerto

ante la monstruosa negrura de su amenaza

y sus chirriantes movimientos del averno

sus desalmados engranajes amarillentos

que pronto se convertirían en mi final.


(Este poema me lo escribió un amigo.

Se llama Dathan May.

Gracias por escribir cosas tan geniales >w<)



Todo por un caramelo... PARTE 6

Pese a que no quería, tuve que hacerlo. Tragué como pude su semen sin dejar que se notara lo poco que me gustaba. Después, lamí su pene para limpiar los restos pero entonces él se agachó hasta quedar a mi altura y alzó una mano. Yo sentí miedo ante aquel gesto y me achanté instintivamente. Pero no pasó nada malo. Él volvió a cogerme de la barbilla y me besó de nuevo, ahora más delicadamente que antes. Cogió unos pañuelos que había en la mesa de al lado y comenzó a limpiarme las lágrimas, besándome las mejillas, la comisura de los labios, pasando por detrás de la oreja... Cogió otro y comenzó a limpiar mi cuello, pasando con su boca por el mismo recorrido del pañuelo.

Yo había cerrado los ojos porque en esos momentos tenía muchos sentimientos enfrentados. Por un lado no entendía esa crueldad conmigo en nuestros momentos íntimos después de lo que habíamos vivido juntos. Por otro, tampoco comprendía su comportamiento de ese momento, esos cambios de actitud y esa dulzura que mostraba después de provocarme dolor. Iba a hacer que me volviese loca.

Pero yo no podía hacer nada más que estar con él ya que por un lado, él era mi amo. Sé que hoy en día la esclavitud ya no existe como tal, al menos en nuestro país, pero yo era su esclava, me había entregado totalmente a él por voluntad propia y era una decisión irrevocable. Y eso me lleva al segundo motivo por el que nunca le abandonaría. Me había enamorado de él... Nunca supe el momento exacto, ni el lugar ni nada de lo que sucedió entre nosotros durante ese corto periodo de tiempo entre conocerle y convertirme en lo que era ahora, pero yo le quería por encima de todo.

De repente, sentí sus brazos rodeándome con cuidado y sacándome de mis pensamientos. Abrí los ojos, extrañándome por aquel gesto, pero lo más raro fue cuando noté mi hombro humedecido. Él estaba... ¿Llorando?

CONTINUARÁ...



viernes, 10 de febrero de 2012

Lo que jamás ví...

De nuevo estoy fallando

lentamente en el proceso

Quizás es muy pronto para comprender

que todo esto es nuevo para mí.


En tus sueños nadie llora a solas,

en tus sueños nadie muere sin permiso.

Déjame tener alas de hierro

déjame sentir el miedo.


Lo volveré a intentar,

por complicado que sea.

La luz es nueva para mí,

me ciega, me daña,


necesito huir.


Mas una mano y una mirada bastan

para completar mi grito.

Mis ojos se abren al abismo blanco,

pero tu estás ahí...



En tus sueños nadie pide perdón,

en tus sueños nadie muere sin permiso.

Déjame tocar la llama,

dejame sentir tu alma.


Con terror abro los ojos,

no veo nada.

Tu voz canta de nuevo,

rota, desgarrada...


``Ya no cantarás sola´´

El pánico devora mi piel y mis sentidos.

``Mi nombre...´´

Tu nombre...

El único recuerdo, lo único real,

tu nombre...


En tus sueños tu me dibujas,

en mis sueños yo tengo el valor

de pronunciar tu nombre en voz alta.

Dejame decírtelo al oído,

dejame ser tuya...

En la luz...

domingo, 5 de febrero de 2012

Todo por un caramelo... PARTE 5

Pero aquello no duró mucho ya que de repente, él paró y me echó un poco hacia atrás para que no pudiera seguir moviéndome. Yo le miré sin entender porqué hacía eso justo ahora que iba a llegar sin problemas. Pero entonces me dí cuenta de lo que pretendía en realidad...

_ Por favor, no lo hagas, no puedes dejarme así... - Le miré suplicante y le cogí de los hombros intentando acercarme pero él me cogió de las muñecas y, sonriendo, se levantó del suelo hasta quedar de pie en frente mía.

Yo seguí mirándole desde abajo, notando como el placer de antes iba desapareciendo para dar lugar a una terrible sensación de frustración y calor como nunca antes había sentido.

_Por favor...

_No – Me cortó él. Y sin apartarse de mí me cogió la cabeza con las manos y me acercó a su pene. Yo me resistí un poco con lágrimas en los ojos por lo que estaba sintiendo en ese momento. No quería hacer nada, tan solo llorar...

Él me agarró el pelo fuertemente y con la otra mano me abrió la boca y me pasó su pene por la boca.

_Chúpamela.

_Por favor...

_Te lo ordeno, saca la lengua.-Yo obedecí a pesar de estar llorando y saqué mi lengua.- Ahora, lámela.

Yo me acerqué a él y se la lamí de abajo a arriba hasta llegar a la punta, en la cual cerré mis labios y me la metí un poco en la boca. Entonces él, con un movimiento de caderas, me la metió entera en la boca de un golpe haciendo que casi me ahogara y la sacó de nuevo.

_Quiero que lo digas. -Me dijo. Yo le miré sin entender.-Quiero oír como me dices lo que eres y no acepto un no.

Yo me quedé unos segundos en silencio pero si no hacía lo que me pedía volvería a castigarme y eso sería mucho peor. Así que, de nuevo, lo volví a decir...

_Yo... -Él comenzó a masturbarse, rozando mi cara de vez en cuando, mirándome...- Soy tu esclava, tu puta y tu perra. Soy propiedad tuya, un simple juguete que puedes usar como quieras amo...

Y, sin darme tiempo a decir más, volvió a metérmela en la boca y volvió a mover mi cabeza ahora más rápido. Yo la abría todo lo que podía e intentaba no rozarle con los dientes pues eso abría supuesto otro castigo.

Entonces pude notar que no le quedaba mucho para llegar y quise apartarme de él. Pero no pude y desde luego él no iba a dejarme.

Continuó moviéndola dentro de mi boca hasta que, a pesar de mis intentos de escapar, terminó corriéndose dentro. Su semen me llenó la boca y pude notar su sabor y su calor. Quise escupirlo pero él la sacó y me tapó la boca con una mano.

_Trágatelo, todo...

CONTINUARA...

domingo, 29 de enero de 2012

Todo por un caramelo... PARTE 4

Me cogió por la nuca y me atrajo hacia él para besarme. Mis labios se juntaron con los suyos y de nuevo pude notar su calidez. Le correspondí entreabriendo mi boca y dejando que mi lengua saliera un poco, lo que él aprovecho para meter la suya rápidamente en mi boca y moverla, primero despacio, jugando con la mía. Después, como tantas otras veces antes de ser su esclava, se volvió loco y puso más insistencia en el beso, me cogió la cabeza con ambas manos y me metió su lengua hasta el fondo, haciendo que yo tuviese que abrir mucho la boca para no ahogarme. Yo continué moviendo mi lengua, ahora más rápidamente, provocando que se me escapara un hilillo de saliva que acabo cayendo por mi cuello y pechos...

El corazón me latía con violencia pues algo tan simple como un beso suyo me alteraba más que cualquier otra cosa que pudiera hacerme.

Recordé entonces donde tenía mi mano y, sin dejar de besarle, empecé a moverla de nuevo, más rápido, haciendo más presión. Me acerqué más a él, pegando mi cuerpo al suyo y con la otra mano le rodee la espalda. Era algo que me encantaba hacer. Tocarle la espalda, pasar mi mano por toda ella y sentir, aun con los ojos cerrados, que él me superaba en tamaño lo cual me ponía a la vez que confortaba.

Entonces él bajó sus manos desde mi nuca a mis caderas, acariciándome suavemente la espalda y me cogió de ellas para levantarme un poco y colocarme del todo encima de él. Solté un gemido bastante fuerte al notar como su pene entró con facilidad dentro de mí, hasta el fondo y sin dolor.

Terminamos el beso separando levemente nuestras cabezas y dejando que otro hilillo de saliva cayera, esta vez de ambas bocas, uniéndonos por unos momentos hasta romperse. Él me miraba sonriendo. Con sus manos aun en mis caderas comenzó a moverme hacia arriba y hacia abajo. Yo me apoyaba en sus hombros para moverme mejor aunque seguía sin tener muchas fuerzas.

Moví mis caderas yo también arriba y abajo con movimientos sinuosos, frotándome contra él con el resto de mi cuerpo. Mis tetas quedaron a la altura de su cara por lo que empezó a chuparlas y morderlas con ansia. En uno de esos mordiscos apretó algo más y yo, instintivamente, clavé mis uñas en su espalda y gemí más fuerte.

Pensé que volvería a enfadarse pero aquello le puso aun más caliente y aumentó el ritmo de sus embestidas y la presión que hacía sobre mí con las manos. Yo cerré la boca, pues no podía contener los gemidos y me daba mucha vergüenza, pero él se dio cuenta...

_ Abre la boca, quiero oír tus gemidos, quiero correrme escuchándote...

No fue una orden, pero igualmente obedecí y dejé de contenerme por completo. Notar como su pene entero entraba y salía de mí, como me tenía cogida de esa manera y que me dijera esas cosas me provocaba tanto placer que ya no sabía como aguantarme ni el porqué lo estaba haciendo.

Abrí la boca y gemí con cada embestida, me abracé más fuerte a él, le cogí del pelo y de la espalda, le mordí el cuello y le supliqué que fuera más rápido. Cada vez me movía más deprisa hasta el punto de acabar saltando fuertemente sobre él. Mis tetas se movían mucho también en su cara, lo que dificultaba que pudiera chuparlas.

Pero eso no importaba, yo estaba a punto de llegar al orgasmo, cosa que a mí de normal me costaba mucho por diferentes motivos, así que ni la vergüenza ni nada me importó y me dejé llevar por el placer que mi amo me hacía sentir...

CONTINUARÁ...



jueves, 26 de enero de 2012

Todo por un caramelo... PARTE 3

Desperté a los pocos segundos ya que todavía me encontraba en el suelo con él a mi lado. La cabeza me daba vueltas y comenzaba a tener frío a pesar de lo mucho que me ardía la espalda. Intenté de nuevo girarme pero él volvió a pararme y, sin decir nada, me indicó que me tumbara boca abajo, la cual cosa no me costó mucho, dada la situación.

Entonces él pasó una pierna por encima de mí para colocarse arriba, sin llegar a apoyarse y empezó a acariciarme por las zonas donde no tenía heridas. Acercó su cuerpo todavía desnudo al mío y comenzó a lamerme el cuello y la oreja, dejando que yo notara su respiración sobre mí.

Después, subió una de sus manos a mi pelo, pasando sus dedos entre los mechones y masajeando mi cabeza al tiempo que su lengua bajaba por mi piel hasta llegar a los arañazos. En ese momento sentí miedo ya que pensé que me escocería pero solo sentía pequeños pinchazos y el tacto húmedo de su lengua lamiéndome. Aquello me gustó más de lo que pensé pero no dije nada.

Mientras, él fue deslizándose por toda mi espalda, deteniéndose unos segundos en cada corte y echándome su aliento una y otra vez. Después, sin dejar de hacerme eso, se acercó todavía más a mi cuerpo y empezó a frotar su pene contra mí lenta pero insistentemente. Aquello no me importó, al contrario, una oleada de calor me recorrió el cuerpo entero nada más notar lo duro y caliente que seguía estando, lo que provocó que otra parte más de mi cuerpo se mojara. Solté un gemido casi inaudible cuando la punta de su pene presionó ano también húmedo en esos momentos.

Para entonces yo ya había recuperado algo de fuerzas, así que me incorporé un poco y me giré quedando de rodillas frente a él. Unas gotas se deslizaron por mi espalda, aunque no llegué a saber si fueron de su saliva, de mi sangre, o de ambas...

Yo tenía la mirada baja ya que, después de haber llorado, debía de tener una cara terrible, pero como no quería que mi amo se enfadara más, acerqué una mano hacia él y cogí su pene para empezar a marturbarlo, pero él me puso la suya en la barbilla, obligándome a alzar la cabeza para mirarle. No puse resistencia a su gesto y obedecí...

Me encantaban sus ojos. Eran marrones, tan normales como los de la mayoría de las personas, pero su expresión reflejaba dulzura y cariño, a pesar de todo lo que había ocurrido antes.

Continué moviendo mi mano de arriba a abajo haciendo algo de presión de vez en cuando sin dejar de mirarle e intentando dejar a un lado la vergüenza que sentía en esos momentos. Y entonces él sonrió e hizo algo que no había hecho desde el día en que me convertí en su esclava...

CONTINUARÁ...



martes, 24 de enero de 2012

Todo por un caramelo... PARTE 2

Mi amo era así, cruel y sádico hasta el punto de hacerme desear la muerte en ciertas ocasiones, pero también tenía su lado bueno. En ese momento, mientras el me destrozaba por dentro y mi cara se inundaba de lágrimas, intentaba concentrarme en esas cosas buenas, pensaba en todo lo que él había hecho por mí, en como me cuidaba, en cada pequeño detalle...

Un nuevo arañazo cruzó mi espalda de lado a lado, atravesando las heridas ya hechas. Se me doblaron los brazos, ya que no podía seguir aguantando en esa posición con todo ese dolor, pero se me olvidó que él me tenía agarrada también del pelo, lo que me provocó más dolor todavía.

_ ¡Levántate! - Me dijo, pero yo ya no tenía fuerzas para seguir. Todavía estaba algo mareada por lo que pasó la noche anterior, y lo de ahora me estaba matando... No recuerdo si fue por el mismo dolor o por la falta de experiencia en ser esclava de alguien pero me atreví una vez más a suplicar...

_ P-Por... favor... para... -Me costaba hablar ya no por el dolor sino porque él no dejaba de penetrarme tan fuerte que hasta me costaba respirar... Pero no paró y yo pensé que no me había escuchado.- Por favor... Me... d-duele...

Entonces él me dio las dos últimas embestidas, más fuertes que las anteriores y paró. Sacó su pene todavía duro de mí y me dejó caer al suelo suavemente, con cuidado... Yo quise girarme un poco para ver si eso le había enfadado aun más pero mi cuerpo ya no me respondía y ni siquiera podía abrir los ojos. Entonces noté su mano acariciando mi pelo y su cálido aliento rozando mi oreja. Después, antes de desmayarme por completo, alcancé a escuchar un ``lo siento mucho´´, pero no se si fue mi imaginación o si fue real...


CONTINUARÁ...



lunes, 23 de enero de 2012

Todo por un caramelo...

Me desperté tirada en un sofá algo mareada. Levaba puesto el vestido que él me obligó ponerme anoche. Un vestido azul ahora desgarrado pero que todavía conseguía taparme lo suficiente. Intenté incorporarme lentamente pero me dí cuenta de que mis manos estaban atadas con una larga cuerda a una de las estanterías y me era imposible librarme.

_ ¿Ya has despertado? - Él. No sé muy bien como había llegado a esta situación, pero ahora yo era su esclava y él mi amo... Pero sé que fue algo voluntario y aunque a veces tenía que hacer cosas desagradables para él, no me arrepentía de ser de su propiedad. - Bien, quiero que me hagas el desayuno.

Yo asentí débilmente con la cabeza mientras él desataba la cuerda de la estantería y me arrastraba con ella a la cocina. Una vez allí se quedó mirándome mientras yo cogía su taza e iba a lavarla con agua. Pero nada más abrir el grifo noté como él me cogió por el cuello con una mano y pegó su cuerpo con el mio mientras su otra mano se iba deslizando por debajo del vestido. Yo me asusté un poco y se me resbaló la taza de las manos, cayendo a la pila y rompiéndose en mil pedazos...

Y entonces él, al ver lo que había pasado me cogió más fuerte del cuello y pude sentir como se iba enfadando por momentos. Volvió a agarrar la cuerda y sin decir nada me llevó a empujones hasta el comedor, donde me pegó en la cara tan fuerte que me tiró al suelo haciéndome daño en las rodillas. Entonces me giré suplicante hacia él.

_ Lo... lo siento amo... -Dije mientras un hilillo de sangre recorría mi labio. Él solo sonrió y se agachó, se acercó a mi a cuatro patas y me cogió fuerte del pelo para acercar mi cabeza a la suya y me lamió la sangre que caía ya por mi cuello. Después, lo mordió muy fuerte de manera que la herida se me abrió más y volvió a empujarme para que me quedara completamente tumbada en el suelo. En ese momento, me cogió de un brazo y me dio la vuelta, quedando de espaldas a él. Con sus frías manos terminó de romper mi vestido dejando toda mi parte de atrás al descubierto. Y empezó a arañarme de arriba a abajo. Yo sentía mucho dolor pero no quería gritar, aunque de vez en cuando se me escapaba algún pequeño gemido y alguna que otra lágrima.

_ Quiero oírte gritar de dolor, puta -Y, al ver que no hacía caso me pegó en los arañazos y añadió- es una orden...

Ante esas palabras yo no podía hacer otra cosa que obedecer y, como realmente me dolía lo que me estaba haciendo, dejé de reprimirme y grité, grité con cada nuevo arañazo en mi espalda, mi culo y mis piernas, grité cuando cogió un limón y lo apretó dejando que las gotas cayeran sobre mis heridas, grité cuando noté su lengua húmeda y caliente en mis nalgas, cuando con sus dientes me mordió en una de ellas, haciéndome una nueva herida...

Me resistí cuando separó mis nalgas con sus manos para introducir su lengua en mi culo. Odiaba cuando hacía eso, pero él me tenía fuertemente cogida y no podía hacer nada...

No me había dado cuenta hasta ese momento pero él ya se había desnudado completamente y, al girarme un poco para suplicarle con la mirada, pude ver su pene muy duro, demasiado grande para que no me doliese cualquier cosa que pudiera hacerme con él... Él me miró y volvió a cogerme del pelo para empotrar mi cabeza contra el suelo y, sin dejar de hacerme eso, me cogió de la cintura y sin darme tiempo a decir nada me penetró bruscamente por delante haciendo que esta vez gritara mucho más que antes, lo que pareció ponerle aun más porque sus embestidas fueron mas rápidas y fuertes. Me cogía del pelo y del cuello, apretaba mis tetas y clavaba sus uñas por toda mi piel. Me dejó a cuatro patas mientras continuaba metiendo y sacando su pene con tanta agresividad que yo no podía hacer mas que gritar y llorar...


CONTINUARÁ...